jueves, 31 de diciembre de 2009

¿Y la Navidad?

Ha pasado menos de una semana y ya se han olvidado de su amor cristiano por la Navidad. Ahora piensan en el muñeco y en la juerga de Año Nuevo.

La Navidad se ha prostituido. Va perdiendo el significado primigenio (o ya lo ha perdido) para convertirse en la Casa de Papa Noel. Son pocos los que celebran en verdad el Nacimiento de Jesucristo o, al menos, como acto simbólico de paz y de amor. Colmamos un mundo donde interesan más los regalos, los arbolitos, las luces, los artefactos pirotécnicos, los panetones, el pavo… que el real sentimiento fraterno. Nuestro individualismo nos mata, y contribuye a esta Navidad sin corazón.

Para mí diciembre siempre ha sido un mes demasiado triste. A pesar de tantos adornos en las casas, y tantos buenos deseos automáticos que expresan las radios, las televisoras y los amigos, en estos días ocurren más accidentes que en todo el año, más buses caen a los precipicios, hay más niños calcinados, mayor explotación en los súper mercados y en las empresas, más caos, más casas huachafas llenas de luces musicales, más propagandas que nos dicen que solo uno será feliz si compramos tal o cual cosa, mayor consumo de electricidad (¿y el calentamiento global?, ¿y el cuidado de la Tierra?), mayor solidaridad interesada colmadas de bondades mentirosas, más taxis, más combis y más ladrones en las avenidas… En suma, más muertos despedazados, mayor desorden y las diferencias sociales son mucho más notorias.

La Navidad en estos tiempos se ha constituido en una fiesta pomposa celebrada por el que puja y se las gana, y también por aquel que no puja pero igual gana. En realidad Navidad es, como escribí el 2007, el Día de todos los centros de venta. El Día de Papa Noel, aunque este ya no obsequia ilusiones, las impone. Y los niños se ilusionan y exigen a sus padres juguetes y ropas cuando en muchas casas no hay siquiera para un buen alimento y comer panetón es un lujo. Los que no tienen, no ingresan a este Club de la falsa alegría. Quedan excluidos, como siempre, y, paradójicamente, son los que más van a las Iglesias y oran a un Dios que se ha olvidado de ellos.

Pero a pesar de todo —como escribí en un saludo—, no debemos dejar que la Navidad se convierta sólo en Papá Noel, sus renos, los arbolitos, panetón y los regalos. Contribuyamos a que sea más que un mero juego de niños pequeños y de niños adultos. Feliz Navidad, pero que este «feliz» no solo sea simple saludo de compromiso, vívanlo. Hora de meditar si algo está yendo mal, ver la raíz y tratar de enmendarlo. Hora de ser auto crítico, observar nuestros propios errores e ir tajándolos. Retos, todos los días.

Felicidades.


AZAÑA ORTEGA

11 comentarios:

Gabriela Parra dijo...

Excelente escrito, es libre.

Felicidades =)

MoiZés AZÄÑA dijo...

Felicidades, estimada Parra.

AZAÑA ORTEGA

J.M. Ojeda dijo...

¡Hola!
La cuestión es que somos, como somos.
De alguna forma nos tenemos que sentir bien, con nosotros mismos…
Puegeso, representamos la Historieta,
y ¡A, otra cosa mariposa!
Somos durante unos días capases de sentir, a los demás.
Que visto desde el punto de vista de los demás “Algo es algo”

Saludos de J.M. Ojeda
P.D. Feliz Año.

Cesar Antonio Chumbiauca dijo...

Se descubre la Navidad cuando se mira por sobre los regalos y los grandes banquetes y encuentras el abrazo de las personas a quienes quieres tanto

H.S.R dijo...

Con solo desear que las cosas cambien no pasara nada. La Navidad sera la misma vaina hoy y mil años después.
Es una celebracion comercial al igual que el dia de la madre, padre, fiestas patrias, halloween, etc...
Toda esta vaina se lo invento la gente. Incluso los buenos deseos...

Cecy dijo...

Ya no creo en la navidad, ni en estas fiestas, me lleva a recluirme en lo mas intimo de la familia por unos dias, y aunque me critiquen trato de no saber que hace la gente derrochando en la calle, porque no me gusta.

No se si deseo un Feliz Año como todos, pero si deseo para todos que al menos sea con alegria cotidiana.

Besos.

MoiZés AZÄÑA dijo...

Claro, estimado Ojeda, estamos comandados por los momentos, la vida de hoy no es la vida de ayer, y así. Celebración, resignación, corresponden a instantes al que acudimos. Abrazos. / Amigo César, descubrimos la Navidad no un 25 de diciembre, sino en los buenos actos que damos para el intento de un hogar mejor, sea interno o externo. / Henrycito, los deseos, al igual que el pensamiento, quizá no prosperen como cambio inmediato, pero sí constituyen un principio, un primer paso, un impulso, un intento a lo que se quiere. Si leyeras algo de historia —ahora que te preparas para ingresar a la universidad— te darías cuenta que la Navidad de hoy no es la misma de ayer, y la de mañana tampoco será la misma, tal vez será peor. Y sin duda de que es una celebración comercial al igual que los cumpleaños. Tu comentario final está de más, un poco insensato, claro que los “deseos”, malos o buenos, vienen de las personas, de quién sino. / Creer en la Navidad: ¿Acaso creencia de que el niño Jesús nació un veinticinco? Ni los mismos sacerdotes se creen eso, simplemente aceptan como una fecha conmemorativa, una asignación convencional, lo mismo que otras fechas. Sería algo tonto que te critiquen, cada persona es libre de hacer y ser, siempre y cuando no incomode el “territorio” del otro, y yo no veo que con esa actitud fastidies al prójimo. ¿Prójimo? Hasta suena algo risible en estos tiempos utilizar este término, como que anda encasillada para la Biblia y los sermones de Iglesia. En fin, Cecy, y a todos les deseo que tengan, más que esa urbana felicidad tan deteriorada, equilibrados momentos.

AZAÑA ORTEGA, Moisés.

Anónimo dijo...

Tienes mucha razón al decir que son estas fiesta las que hacen más notorios la divercidad socioeconomica en la que vivimos.
Navidad tiene un significado muy especial respecto al cristianismo y sinceramente, y siendo respetuosa con la fe, el niño Jesus es el más olvidado de la Navidad.

MoiZés AZÄÑA dijo...

Claro, Caro, la esencia navideña se va olvidando. Saludos, espero verla más seguido.

AZAÑA ORTEGA, Moisés.

Lizet Yamely dijo...

Estimado amigo , es cierto que las expectativas son diversas en las personas obligado por muchas razones .Supuestamente el acontecimiento principal es el nacimiento de Jesús y todo ello, pero el personaje principal es en realidad Papa Noel , y a pesar que no poseo ninguna religión o algo semejante a ello , respaldo la idea del verdadero sentido de dicha fecha ,trabajarla como una "excusa" para la unión ,la simple charla que a veces no suele darse en nuestros hogares , permitirnos empezar a ese día diciendo:"Disculpa por mis fallas....No sentía totalmente lo que dije ...Te quiero padre, hermano ,amigo, etc..."
Tal vez todo suene una típica reflexión contra estas fiestas y el mismo argumento de la esencia de la fecha ,peor creo que yo que esto es realmente lo mas cercano a certero ,esperando que esta fecha seas mas que un día de apología aun ser que solo da felicidad a quienes tienen los recursos con que pagarlo ,que sea mas bien una oportunidad de acercamiento, unidad y paz para interactuar con los demás

MoiZés AZÄÑA dijo...

Eso es lo malo: "un día", que las reflexiones apenas duren una noche, y eso es. Pero hay que cambiar de cara, una sonrisa, mostrar los dientes, la felicidad es buena cura para muchos males. No digo más porque luego me adentro en especulaciones que quizá me sugieran un camino disímil.

AZAÑA ORTEGA