viernes, 20 de junio de 2008

En Moquegua festejan y en Tacna protestan


Moquegua fue una fiesta. Terminada la asamblea que empezó poco después de las cinco de la tarde de ayer en el puente Montalvo, la multitud se trasladó hacia la Plaza de Armas y, tras una breve ceremonia, se entregó al canto y las danzas para festejar uno de los triunfos populares más notables de los últimos años. El pueblo de Moquegua celebró la derrota política del gobierno que, vencido por la contundencia de las movilizaciones, tuvo que dar marcha atrás en casi todas sus pretensiones.Quedaron atrás las calumnias sobre el carácter de la protesta. El premier Jorge del Castillo no volvió a decir que las movilizaciones de Moquegua eran promovidas por un grupito de agitadores ni amenazar con cadena perpetua a quienes participaran en el bloqueo de carreteras dispuesto por el Frente de Defensa de los Intereses de Moquegua. Al contrario, a nombre del gobierno, tuvo que aceptar que en “la región Moquegua existe la necesidad de ejecutar proyectos de inversión públicos o privados por montos equivalentes a S/. 82 millones adicionales para cubrir los urgentes requerimientos de su población, preferentemente en zonas de pobreza y extrema pobreza”, tal como se indica en el primero de los acuerdos pactados con la representación de alcaldes y dirigentes populares que viajó a Lima.El acuerdo remarca que “el gobierno central facilitará la inversión en tales proyectos”.Señala también qué distritos de las provincias General Sánchez Cerro y Mariscal Nieto deberán presentar proyectos de inversión “por montos equivalentes a lo dejado de percibir por concepto de canon el año pasado”.Dispone, además, que la legislación será modificada para que las grandes empresas mineras que realizan operaciones en más de un departamento, lleven las cuentas de cada mina en libros separados. El acta suscrita en Lima y aceptada por las poblaciones de las localidades de Ilo y Moquegua tiene 8 puntos que en conjunto totalizan 447 millones de soles para obras y contempla la instalación de una mesa de trabajo técnica que haga posible la ejecución de todos los acuerdos.Mientras tanto, el desbloqueo del puente Montalvo hizo que se normalizara el tránsito por la carretera Panamericana. El transporte interprovincial reinició sus viajes a Arequipa, Tacna y Lima. Los comerciantes volvieron a abrir sus negocios y ya se piensa en las festividades del recién establecido “Día de la unidad y la dignidad moqueguana” para el venidero 17 de junio.Organizaciones evalúan medidasNi bien se conoció el texto del acta firmada entre el gobierno nacional y los representantes del pueblo de Moquegua, las autoridades regionales y locales de Tacna convocaron a una asamblea general de emergencia y advirtieron que se opondrán a la implementación de los acuerdos.Sobre todo del tercer punto, que recoge la disposición de que la Southern Copper llevará por separado las cuentas de sus minas Cuajone y Toquepala, ubicadas en los departamentos de Moquegua y Tacna, respectivamente.En efecto, el documento señala que “el Ejecutivo propondrá las normas legales necesarias que permitan la elaboración de contabilidades separadas”. “Entonces que separen también el agua, que es tomada de reservorios que se encuentran en Tacna y sirven para el proceso minero de Cuajone; y los pasivos ambientales, que se generan en Moquegua pero contaminan nuestro departamento”, afirmó el consejero regional Julio Peralta, en un aparte de la reunión. Sostuvo también que no permitirán la ejecución de los acuerdos si es que los proyectos que presenten las autoridades moqueguanas empiezan a ser financiados sin la fiscalización de los representantes tacneños.Los choferes también anunciaron medidas de lucha. “Moquegua ha conseguido más plata perjudicando el transporte hacia nuestra ciudad. Por eso vamos a pedir un resarcimiento por las pérdidas millonarias que hemos tenido en los diez días del paro”, dijo Germán Mamani, líder de los transportistas. Al cierre de esta edición, el presidente de la regió Tacna, Hugo Ordóñez, que se encontraba en la capital, solicitó una reunión con carácter de urgencia a Del Castillo.

Información extraída del diario LA PRIMERA de hoy día.

Moquegua los derrotó

La movilización del pueblo de Moquegua ha logrado detener el impulso represivo del régimen, que hasta amenazaba con cadena perpetua a los dirigentes populares.La unidad compacta de los moqueguanos ha logrado impedir que se desate el instinto fascista de los Alan García, Luis Giampietri, Jorge del Castillo y Agustín Mantilla. Se han visto defraudados los perros guardianes que aconsejaban desalojar a balazos a los manifestantes. Se ha alcanzado, por otra parte, una compensación por el menor ingreso de canon.Todo esto implica un retroceso, una derrota del oficialismo.En los acuerdos alcanzados entre el Ejecutivo y las autoridades y representantes de Moquegua se fijan sumas de dinero que se equiparan a las que Moquegua había perdido por el canon de 2007. Esos fondos se emplearán sobre todo en obras para las áreas más pobres de la región.La victoria moqueguana no tiene sólo un peso monetario.Es el triunfo de una lucha popular, de masas, que cobró ribetes de violencia sólo cuando las autoridades del gobierno central ordenaron sofocar la protesta por medios violentos. La respuesta fue de masas: por eso fue contundente. En mi anterior columna sobre el caso Moquegua tracé el turbio itinerario que sigue siempre el gobierno actual frente a los reclamos colectivos. Primero, no hace caso a las demandas pacíficas; luego, cuando el pueblo se impacienta y protesta, ejerce la represión y plantea que no habrá solución si no cesa la lucha.El tercer acto rutinario es enjuiciar, encarcelar y disparar. Las masas alzadas de Moquegua han impedido hasta ahora que se montara ese tercer acto. Su unión y su lucha convencieron a las autoridades de que no podrían doblegar a los moqueguanos por la fuerza. Su única alternativa era un baño de sangre.Hay que felicitarse de que los activistas de la protesta, que no responden a consignas partidarias ni son terroristas, se comportaran con moderación respecto al general PNP Alberto Jordán y al medio centenar de policías que habían tomado en rehenes, y que supieran aliar la firmeza con la flexibilidad.La moraleja es, una vez más, que una lucha justa, con objetivos claros, triunfa cuando se asienta en el trípode inconmovible: unidad, organización y lucha. En momentos en que se avecina el paro cívico y sindical del 9 de julio, las organizaciones del pueblo deben analizar los hechos de Moquegua y su lección de combate, serenidad y victoria.Otra moraleja es que no hay que temer las bravatas, las amenazas y las calumnias del gobierno.Recordemos todos, además, cómo naufragaron las mentiras de Alan García, quien llegó a afirmar que la lucha de Moquegua era obra de “una pequeña minoría que no respeta la ley”. El presidente es un hombre que no respeta la realidad. Por eso, Moquegua no debe dormirse sobre sus laureles.

Escrito por CÉSAR LÉVANO.