lunes, 27 de octubre de 2008

ABRAZO


Cabizbajo silba el abrazo
marcha buscando los dedos gruesos que abrazó en vida
viajaron
rasgados por la vida
Cabizbajo el abrazo escribe un recuerdo,
le da color,
lo asalta de jirones,
se sienta con él y
aunque consciente de que solo es un perfume lo que palpa
lo abraza a todo hueso

Del abrazo se desprende sudor
No es sudor
son lágrimas
¿Lágrimas de abrazo?
En efecto
el abrazo llora
se lamenta
se encoge como papel en fuego

 Y yo
desde la sombra del umbral
veo al abrazo
abrazándose a sí mismo

junio 2008
AZAÑA ORTEGA, 
Moisés

sábado, 18 de octubre de 2008

DAME QUE TE DOY V


*
—Paz y amor, hermano.
—Primero págame la deuda, después hablamos de paz.

*
—Hermano, Cristo es el camino, hermano.
—Y la Iglesia te cobra el peaje.

*
—Concédele un minuto de tu tiempo para Dios y Él te dará vida eterna.
—¡Con las justas puedo con esta vida y voy a querer vida eterna!

*
—Entrégate a Dios...
—¡Estás loco!, yo no lo hago gratis.

AZAÑA ORTEGA,
moisés

lunes, 13 de octubre de 2008

DAME QUE TE DOY IV


*
—Yo conozco el Perú de rincón a rincón.
—Preocúpate primero en conocerte a ti mismo, imbécil.

*
—Yo chupo hasta morir porque soy el hombre de acero.
—El acero también se oxida.

*
—Por fin siento que la vida es bella.
—¡Ya lanzaste?

*
—Yo quisiera morir una vez que haya cumplido todas mis metas.
—Al paso que vas, serás inmortal.


AZAÑA ORTEGA
moisés

sábado, 11 de octubre de 2008

DAME QUE TE DOY III


Sobre el amor y otras ficciones

*
—Sin ella, mi vida no tiene sentido.
—Consíguete una brújula.

*
—Sabes, he esperado toda mi vida en… en decirte, este,… sabes, este, no sé… Tú, este, yo, este… Estoy, este, enamorado de ti.
—¿Tanto para eso? Perdón, pero esa estupidez díselo a otra, a mí cómprame ropa.

*
—Por fin me dijo que sí.
—¡Feliz día de los inocentes!

*
—Te amo, eres el amor de mi vida…
—Ahora paga la cuenta.


AZAÑA ORTEGA,
moisés

viernes, 10 de octubre de 2008

DAME QUE TE DOY II


Sobre la escritura y otros malos inventos

*
—Quisiera ser un gran escritor.
—Pero si ni has acabado El Quijote.

*
—Puta, tú para escribir consumes hierba, ¿no, huevón?
—Es un gran alimento, si los rumiantes lo consumen y están gorditos.

*
—La novela que más me ha gustado es… el de, cómo se llama, pera’, está en la punta de mi lengua, este, ese, pues, cómo se llama,… ¡el que al final se casan!
—No te he preguntado sobre telenovelas mexicanas.

*
—¡La poesía se escribe con la pinga!
—Escribe con la mía.


AZAÑA ORTEGA

jueves, 9 de octubre de 2008

DAME QUE TE DOY I


Ironías de la vida

*
—Voy a comprarme un auto,
—Qué, ¿piensas taxear?

*
—Compadre, estás invitado a mi boda.
—¿Cuándo nace tu hijo?

*
—¿Quién era esa flaca tan fea, ah?
—Pronto serás mi cuñado.

*
—¿Sabías?, Julito va a tener un hijo.
—Si es estéril.

AZAÑA ORTEGA
Moisés

miércoles, 8 de octubre de 2008

ADVERTENCIA O POR QUÉ NO USAR ANTEOJOS

Poseer anteojos por miopía es lo peor que te puede ocurrir. ¿Por qué? Ahí va:

1. No faltan los pesados que te piden tus anteojos «un ratito nomás». ¡Qué espesos!

2. En casa ajena. Te sirven un café calientito: todo el humo opaca las lunas, y tienes que esperar luengos segundos para que la normalidad se instale en tus ojos.

3. Llovizna en Lima —lástima que los anteojos no tengan parabrisas—: obstaculiza tu visión, procedes a sacar el trapito, papel higiénico, tu polo o lo que sea, para secarlos cada minuto.

4. Estás en la universidad. Cada vez que te quieres lavar, o simplemente mojar el rostro, estás obligado a quitártelos.

5. Estás sumamente apurado. Solo hay tiempo para cambiarte de polo, pero antes debes quitarte los anteojos, y una vez puesto el polo, volvértelos a colocar las patitas en las orejas.

6. Si eres desordenado, mejor no tenerlos. Cita para ir al cine. «Estoy seguro que los dejé aquí». Cuando los has encontrado, ya es tarde. Perdiste la cita, y más.

7. Una joven atractiva sube en dirección a la biblioteca. Con el solo movimiento de pupilas quien no los utiliza puede inclinar la mirada hacia arriba, pero quien los usa ha de mover, además de los ojos, la cabeza entera dependiendo el ángulo de inclinación, un movimiento maquinal, vergonzoso. Alzas la cabeza, arriba más arriba, para mirarla y ella —qué casualidad— gira también: ve aquella cara de estúpido que en ti ha permutado tras girar de tal modo.

8. Es verano. Una ducha diaria es poco, pero cada vez que te quieres bañar has de quitártelos.

9. Cuando estás besando si solo uno los usa, es posible dar uno melifluo sin incomodidad. El problema es cuando ambos los utilizan. Están besándose y los benditos anteojos se chocan y ese sonido irrumpe el retozo de lenguas.

10. Menos mal que hoy el uso de anteojos cada vez es más común, sino sería más fácil molestar para los sujetos que no pierden oportunidad en incomodar. Hoy la joda es disimulada, solapa te dicen «ahora tienes pinta de intelectual», que en verdad quiere decir «ahora tienes cara de cojudo».


La yapa:

11. Llegas a tu casa, sea después del trabajo, después de estudiar, después de pasear... cansado, hasta las patas, sin fuerzas ni para comer; lo primero que apeteces es tirarte a descansar, como caigas. Sin embargo, lo primero que necesitas hacer to-dos-los-dí-as, obligatoriamente, religiosamente, es quitarte los anteojos, y al levantarte, volvértelos a colocar. (Yo, varias veces, me he olvidado quitármelos, por ello mis anteojos se ponen chuecos o se rompen. No me pregunten ya cuántos he debido mandarlos a arreglar o cuántos nuevos he necesitado comprarme. Y tampoco pregunten lo aparatoso que podría resultar si llegas a un cuarto ajeno con tu pareja).

 

Estos solo han sido algunos motivos por los cuales hay que evitar utilizarlos, como sea. Son muchos más, la lista es larga.


AZAÑA ORTEGA, 
Moisés