El sarro ebulliciona y salpica su pútrido germen a los estómagos mentales que cada día se vuelven menos conscientes, más indiferentes con lo que sucede en el derredor humano. Ante esto la palabra es un buen cepillo, solo hay que saberlo utilizar.
Esta es una noche de bodas. La luna y yo nos casamos.
abril 12
AZAÑA ORTEGA
Sácame a bailar antes de que la vida me saque de su fiesta. octubre 11 AZAÑA ORTEGA
Hemos dejado escapar una ola sin darnos cuenta que se nos viene el océano entero Y hay que aprender a vivir sea en la orilla o en el fondo del mar. agosto 11 AZAÑA ORTEGA
Ahora desvístete.
Estas flores serán tu ropa.
Azaña Ortega
Alguien tiene que llevar la luz. No seré yo. enero 2010 Azaña Ortega