martes, 24 de junio de 2008

NOSOTROS SOMOS EL JUICIO FINAL



Negro pétalo
tras

pétalo tostado
se desliza por el amargo aire 
caen como azoteas despobladas
vientres vacíos
abuelas que todavía van al mercado
vaivenes inseguros
en un momento inesperado
todo es carne podrida que se derrumba

los suelos intoxicados son la mejor carne
no hay nada qué hacer
el juicio final no existe
la muerte última es cosa de todos los días
la tierra mojada ya no da frutos
tus zapatos nunca olvidan cómo caminar sin barro
tus antiguas nostalgias ya no te dan los dedos

Gotas finas y gruesas
salpican sobre tu cuerpo herido
salvajes momias con hambre de siglos
caen del cielo horribles máscaras
payasos sin maquillaje
mamíferos que han perdido la memoria
madres que esperan los cadáveres de sus hijos
se mezclan
todas se mezclan y se derrumban
ocioso es compartir ejemplos
nauseabundo el dolor de los encierros

no nos avisaron
nacimos juntando espinas en nuestros desiertos de amapolas disecadas
los tiempos son los tiempos
y asesinan sin motivos ni rencores
con impaciencia    sin heroísmo

a los relojes le han quitado las mejores horas
nos engañan las estaciones de etiqueta 
los insectos inundan el patio de las casas
los peces te miran como si necesitasen de otras espuelas
inocentes y suicidas
saben que la vida ha nacido muerta
saben que la vida ha nacido muy tarde
pasa un mes y otro
sin que tu espejo te ponga al tanto
una vida y otra menos
vas viviendo en cada instante como si fueras otro animal sin memoria
ignorante de verdades innecesarias
has llegado a tu huerto
solo 
como llegaste al mundo
sin espejo   sin armas
miras tu tierra y lo que crece adentro
uno tras otro
arrancas los pétalos más negros
sin que ellos te hagan nada
pétalo
         tras
                   pétalo
das la vuelta
y te vas
tu huerto queda vacío de ti
sabes que ya no hay tiempo
sabes que nunca lo hubo

moisés AZAÑA ortega

Canción tonta (García Lorca)

Mamá.
Yo quiero ser de plata.

Hijo,
tendrás mucho frío.

Mamá.
Yo quiero ser de agua.

Hijo,
tendrás mucho frío.

Mamá.
Bórdame en tu almohada.

¡Eso sí! ¡Ahora mismo!

Federico García Lorca