lunes, 3 de agosto de 2009


-jugaré a ser feliz aunque me rompa los huesos-

AZAÑA ORTEGA

5 comentarios:

Gabriela Parra dijo...

Jugar? interesante comienzo, hasta romperse los huesos, hasta desangrarse, hasta morir en el intento, pero intentando!! Importante que sea intentando.

La felicidad es algo que esta dentro de uno, es básicamente una decisión, solo se debe estar listo para tomarla. Y cuando lo haga amigo, creame que notará la diferencia.

Sigue intentando, sigue jugando, si viviendo mientras sigues soñando. Sueñe en grande señor Moisés, entre más grande más alto llegara y se sentirá como los dioses!.

Apoyo Venezolano al 1000% de incremento de felicidad.

Sea feliz, no cuesta demasiado =)

H.S.R dijo...

SEGUNDO!!!!

bien, hombre, ya era hora que te escribieras algo (aunque solo fuese una linea)

Buena frase,aunque suena muy "Jackass".
en mi salon habia muchos emulos de los Jackass, que eran felices, asi se rompiesen los huesos.

Pasa buen dia... o noche ;)

Nadies dijo...

Aleluya

Oswaldo Bolo Varela dijo...

Já... ya decía yo... puro florazo el que moisesito se aleje del weblog...

Hermano, esto es algo adictivo, algo que va más allá de nuestras posibilidades, nos domina, nos atrapa, nos libera y nos oprime... y se siente tan bien...

***

Pero incluso yo seguiría jugando con los huesos rotos... hasta que se desgasten, hasta que se conviertan en polvo.

MoiZés AZÄÑA dijo...

A
Fade: ¡Jugar hasta morir!, de hecho. Le agradezco por los imperecederos buenos deseos de fuerza que me brinda.

Henry: No sé quién o qué será eso de los Jackass. Desinformado al respecto. / Sí, una línea que en realidad no pensaba destinarla a este medio pero bueno, quizá se dio para que sea una especie de reinicio.

Epidemor: ¿Los milagros existen? Amén.

Hombre extraño: Nunca mencioné que dejaba el blog, por tanto en ningún momento hubo esa palabra fea llamada floro. Quizá algunos rumoreaban eso en indebida interpretación del silencio de los tres meses. Y en realidad no sé si para bien o para mal "regrese". / La vaina es que con los huesos rotos es casi imposible jugar. Aunque claro que podemos hacer como dice una canción: "hasta los más mancos la siguen remando". Seguiremos adelante, hermano, ¡a jugar hasta que la vida dé su pitazo final!

AZAÑA ORTEGA