viernes, 18 de julio de 2008

El origen de la papa

Desde sus orígenes y en todas las latitudes, el hombre ha procurado explicar los diferentes hechos y fenómenos que se le han presentado en su búsqueda de satisfacción a sus necesidades y asentamiento. Este afán y curiosidad es responsable, desde entonces, del desarrollo científico y del conocimiento.
Desde 1859, año en el que Carlos Darwin publicara su trascendental teoría sobre "el origen de las especies por medio de la selección natural", en Europa se inició el fascinante interés de conocer los centros de origen y la búsqueda de los parientes silvestres de las plantas cultivadas.
En el caso de la papa, corresponde un mérito especial a las contribuciones realizadas por el eminente científico ruso Sergio Vavilov del Instituto de Plantas Cultivadas de la URSS que organizó las expediciones que recolectaron entre 1929 y 1935 plantas y semillas alrededor del mundo y papas silvestres y cultivadas en América. En base al estudio de las numerosas muestras de papa recolectadas, enriquecieron el conocimiento que se tenía hasta entonces y, además, propusieron dos centros de origen independientes de la papa: los andes centrales (vecindades del Lago Titicaca) y el Sur de Chile.
Al igual que otros descubrimientos, las propuestas de Vavilov y colaboradores merecieron la atención de los círculos científicos europeos donde se generó otra corriente que cuestionó el origen independiente de la papa debido a que el mismo Vavilov proponía que el centro de origen de las plantas cultivadas son aquellas regiones geográficas donde se encuentra la mayor variabilidad y diversidad de ejemplares silvestres y cultivados y este requisito no se cumple para aceptar al sur de Chile como otro centro de origen de la papa.
Estas discusiones académicas ocurrieron hace menos de 80 años y en el entendido de que el origen de la papa se remonta a tiempos más remotos, se creó la necesidad de nuevos estudios en los que las contribuciones en otras disciplinas científicas emergentes con nuevos instrumentos metodológicos y materiales como son la genética, citogenética, arqueología y, últimamente, la genética molecular resultan de suma utilidad para el mejor esclarecimiento del origen de este valioso alimento que este año merece el reconocimiento que le debe la humanidad entera.

Los primeros habitantes de América, cazadores y recolectores nómades, han tenido contacto con las papas silvestres existentes desde el sur de Estados Unidos hasta Argentina y en periodos de necesidad han tenido que recolectar tubérculos y en extremo consumirlos aun cuando presentan sabor amargo indeseable y hasta tóxico. Eran los tiempos del neolítico y estado cultural preagrícola cuando gran parte del planeta estaba finalizando la última Edad del Hielo.
A la luz de nuevos estudios y descubrimientos, la historia del origen y evolución de la papa cultivada, hasta hoy aceptada, se esquematiza en el cuadro adjunto.
En los tiempos en que el clima se hacía más benigno y existía agricultura incipiente, las semillas y tubérculos de papa fueron recolectados y trasladados hacia los refugios y cuevas habitados por el hombre colonizando así nuevos ambientes. Estas semillas y tubérculos, aún silvestres, dieron origen a plantas que se entrecruzaron intercambiando genes, recombinando sus características y dando lugar a nuevas plantas, que eran observadas y seleccionadas por los agricultores primitivos rescatando y reproduciendo aquellas plantas con tubérculos más grandes y menos amargos y en muchos y diferentes ciclos de hibridación y selección fueron configurando nuevas plantas con características de las papas cultivadas.
Este proceso en el que interviene el hombre y, más probablemente la mujer, es la etapa de domesticación de la papa y sus productos finales definieron nuevas plantas diferentes a sus ancestros silvestres a tal punto que pueden identificarse como nuevas especies (proceso de especiación). Para el caso de la papa, el producto de este proceso fue la primera especie cultivada: Solanum stenotomum, cuyo número de cromosomas es diploide (2n = 2x = 24), lógicamente igual al de sus ancestros silvestres. Estas papas diploides primitivas continuaron su evolución y dieron origen a otras especies cuyos descendientes modernos y numerosos en el Perú son por ejemplo las muy conocidas papas amarillas diploides Tumbay y Huamantanga (Iscu phuru).

Entonces, el centro de origen de la papa es el centro de domesticación. De acuerdo con las evidencias científicas presentadas por el Dr. David Spooner y colaboradores (Universidad de Wisconsin-USA, Instituto de Investigación en Cultivos de Escocia), se ha demostrado que los ancestros silvestres que intervinieron en la domesticación de la papa son aquellos que se encuentran en el norte del Lago Titicaca (territorio peruano).
Las primeras papas cultivadas diploides, sembradas inicialmente en el sur del Perú, se dispersaron hacia el norte y sur de Sudamérica. A partir de ellas y con el aporte de genes de otras especies silvestres, se originaron las papas cultivadas tetraploides (2n = 4x = 48) que hoy conocemos como variedades de la subespecie andígena que los grupos humanos trasladaron hacia otras regiones de Sudamérica donde nuevas fuerzas evolutivas y diferentes intensidades de selección dieron origen a las papas cultivadas tetraploides propias de Colombia, Ecuador, Bolivia, Argentina y el sur de Chile que, en esos tiempos, encontraron los conquistadores españoles como uno de los principales alimentos de la población.
A partir de las papas cultivadas tetraploides que fueron trasladadas desde Bolivia o Argentina hasta el sur de Chile donde la selección natural, acompañada por la selección humana, configuraron nuevas plantas y tubérculos tetraploides adaptados a días largos y hoy son identificados como pertenecientes a la subespecie tuberosum o Grupo Chilotanum.

En conclusión, el sur de Chile no es realmente centro de origen de la papa y es más bien un centro de diversificación al igual que muchas de las variedades europeas que fueron adaptadas a esas condiciones ambientales e, igualmente, a partir de las papas tetraploides del Perú. Esta diversidad es de enorme importancia para el desarrollo de nuevas variedades y es así que las papas cultivadas en el mundo actualmente son resultado del intercambio de genes tanto de formas cultivadas como silvestres.
El sur de Chile no es centro de origen de la papa tetraploide por no existir en su territorio especies silvestres diploides ni tetraploides que pueden haberle dado origen.
La papa chilena es "nieta" de la peruana
Para el jefe del Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA) del Ministerio de Agricultura, Juan Risi Carbone, la papa chilena no es más que "la nieta de la papa peruana".

*En el comienzo. Fue el científico ruso Sergio Vavilov el que llevó la papa a otros países e hizo conocer sus bondades a ciudadanos de todo el mundo.
*Investigadores peruanos han contribuido al desarrollo de este producto.
*Proceso. Las primeras papas cultivadas diploides, sembradas inicialmente en el sur del Perú, se dispersaron hacia el norte y sur de Sudamérica.

Información: diario La República, del domingo último.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Estoy orgullosa ser peruana

MoiZés AZÄÑA dijo...

Cuando se está afuera más orgulloso uno se siente de serlo.

AZAÑA ORTEGA