sábado, 6 de noviembre de 2010

Ya llegará diciembre y con él la nostalgia, la desigualdad, la alegría triste. Abundarán solidaridades plásticas, chocolates, panetones, soledades en grupo, alboroto y quizá discordia en familias; la rabia (los robos) en las calles, el desamor en los estómagos, luces en las ventanas y uno y otro nacimiento armado con la flojera más grande del mundo. Ya llegará diciembre y qué he hecho. Se habrá acabado este año, vendrá otro y sin merecerlo caminaré por las veredas de enero con los mismos sueños y renovadas esperanzas. ¿Acaso un nuevo inicio de mejores frustraciones?

noviembre 2009
AZAÑA ORTEGA

4 comentarios:

Anónimo dijo...

el mes mas griste



yo... yo?

Cesar Antonio Chumbiauca dijo...

Espergesia:

"Y no saben del diciembre de ese enero".

Ya estoy entendiendo lo que quizá quiso decir Vallejo.

MoiZés AZÄÑA dijo...

Sí: ¡qué mes!
Yo he entendido de una forma, quizá bastante literal, "Espergesia". Aquí, parte del poema:
"Todos saben que vivo,
que soy malo; y no saben
del diciembre de ese enero.
Pues yo nací un día
que Dios estuvo enfermo.

Hay un vacío
en mi aire metafísico
que nadie ha de palpar:
el claustro de un silencio
que habló a flor de fuego.

Yo nací un día
que Dios estuvo enfermo...".

PD: Tener tanto que expresar ¡y no encontrar el tiempo ni la palabra!

MoiZés AZÄÑA dijo...

PD 2: Luego de bastante tiempo que hago un comentario de comentarios y he olvidado escribir mi nombre. Puedo matarme a mí, pero no a mis padres.

AZAÑA ORTEGA