Sí, perdió Costa Rica,
y perdí mi apuesta con un tercio del mundo. Pero nadie me puede quitar lo
soñado. Llegamos a penales y aunque Pinto sabía que me
jugaba la vida, sacó a Campbell en el preciso momento en que me fui a sacar la
ropa de la lavadora. Así me castigaba por no ver entero todo el partido. Lo del
cambio del arquero grandulón de Holanda fue pura psicología barata. En verdad,
era pa ganar. Al menos gané con Brasil. Era viernes por la tarde y tuve que escaparme
un rato del homenaje por el Día del maestro para ir a ver el partido. Toda una odisea por
ver al menos el segundo tiempo. En fin, ahora se viene el Brasil–Alemania y el Argentina–Holanda, buenísima semifinal. Como mis apuestas
siempre son más sentimentales que instintivas he apostado por Brasil y por
Argentina que son los que quisiera que ganen (si alguien quiere apostarme,
inbox). Hasta ahora los partidos de Argentina han sido aburridos. Por fin, en
todo el mundial, va a tener alguien con quien medirse de verdad. Brasil la
tendrá muy difícil contra Alemania después de que medio mundo haya querido
lesionar a Neymar y el colombiano lo haya logrado. Por lo menos ahora no le
harán más faltas. De todos modos la final será Brasil – Argentina y Brasil
campeonará. Sí, otra vez soñando, pero de momento es lo único que me queda.
MOISÉS
AZAÑA
1 comentario:
Sin Calzón, me alegra ver que sigues en las andadas. Leí un comentario tuyo de mi ex-blog hace 4 años y sentí la añoranza de escribir más seguido y leer más a gente como tú. Saludos.
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