En un acto casi
suicida he apostado por Costa Rica. Pa que vean que eso de que nadie apuesta
por Costa Rica está alejado de la verdad, aquí estoy yo para dar el hombro y mi
bolsillo. Ya, está bien, la he cagao, fue muy irracional de mi parte, pero
nadie me puede quitar el derecho de soñar. Sí, fácil la naranja mecánica otra
vez despierta y arrasa a los pobres ticos. Veremos, esperemos que no, Moisés
Azaña. Ahora en un instante de lucidez ya no he apostado con medio mundo, sino solo
con un tercio. Hay que decir que de todos los latinoamericanos el país que la
ha tenido más fácil y ha tenido más suerte ha sido Argentina. Hasta ahora. Si
no llega a la final, será pa matarlos. En cuanto al Alemania – Francia, aunque culturalmente
tengo cierta inclinación por los hijos de Piaf, en el marcador de más tarde me
inclino por los hijos de Hitler (lo de más tarde, definitivamente, será otra
guerra mundial). Con respecto al Brasil – Colombia todavía no sé por quién
lanzarme, con los dos simpatizo. Si me voy por quien está jugando mejor, no la
dudo y apuesto por Colombia, pero Brasil es Brasil y mi deseo de que Brasil
campeone no me permite traicionarle con una apuesta. No sé, pero mi hermano me
ha dicho que si Colombia gana, ya queda campeón. Yo le he dicho que si Costa
Rica gana, para extrañeza de todos, será el campeón. No sé, pero quizá ya deba
empezar a prender velitas.
MOISÉS
AZAÑA
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