Eran tres o cuatro piedras las que tenía en el escritorio, cada una con un significado distinto, cada quien guardaba su propia aura, su propio color; era la concepción de un momento, el instante que había robado un pedazo de eternidad. Pero ayer cuando distribuía un nuevo orden a la mesa de estudio, me percaté que no eran tres o cuatro las piedras, sino más diez, entonces ese mundo tripartito que tenía en mente empezó a derrumbarse, inició mi confusión y los significados atribuidos cayeron al caos, todos terminaron siendo parte de todos, mezclados, confundidos, sin saber a cuál le pertenecía determinado valor. ¡De dónde salieron tantas piedras! ¡Cuándo las traje! ¡Qué valor les atribuí!
Están todas allí, ya no las puedo retirar, sería una ofensa contra mi persona y contra ellas que aunque no sienten, para mí están vivas.
26 de julio
Están todas allí, ya no las puedo retirar, sería una ofensa contra mi persona y contra ellas que aunque no sienten, para mí están vivas.
26 de julio
AZAÑA ORTEGA
10 comentarios:
Te recomiendo HALLAZGO DE LAS PIEDRAS, de Silvio Rodríguez: si la escuchas o lees la letra, reconocerás mucha explicación para este breve relato.
simplemente increíble.
re: es tan cierto lo que decís! hoy puede ser un gran día. oh, es verdad. el mañana es incierto.
Los recuerdos siempre están vivos. Ni la muerte los entierra.
A
Hombre Extraño: Seguro que sí, seguro que aprender a vivir es doloroso, seguro que remamos recuerdos y muchos se pierden en la orilla o en el océano de la amnesia, pero en algún momento dejamos de ser "eso" y nos convertimos, no sin nostalgia, en anatemas de la vida, como estas piedras que ahora me observan curiosas. Qué me dirán en su silencio.
Sofía: Me alegro mucho que te haya agradado el escrito. / Y claro: ¡Carpe diem!
César Antonio: La muerte entierra mucho, pero no todo. El tiempo, en cambio, va borrando cada fragmento de nuestra existencia, lo va borrando todo pero con la crueldad de la lentitud. Qué desgracia. Algún día asistiremos a nuestro propio entierro y ya nadie podrá resucitarnos, ni Funes el memorioso.
AZAÑA ORTEGA
Pienso que hasta el viento forma parte de nuestro vida, y sabemos que está ahi, pero no le damos el valor que debería.
Y hasta a las piedras debemos aprender a esquivarlas cuando no no dejan avanzar.
Perdón por contestar hasta hoy tu duda, pero aquí estoy.
Te paso este link que es el que se usa para agregar música a los blog's :)
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Tienes que registrarte, y ahi mismo te da los pasos para agregar y editar la música.
Un saludo.
Todo forma parte de nuestra vida pero no a todo valoramos (hay cosas que recién se las valora cuando la perdemos). De acuerdo a nuestra personalidad o circunstancia, las cosas, por más insignificantes que sean para la mayoría, en ciertas personas van cobrando tal magnitud que su pérdida puede ocasionar un debilitamiento emocional muy grande.
Por otro lado, gracias por el link, espero hacerlo pronto.
AZAÑA ORTEGA
Te diría que las botaras todas pero no se puede porque estás demasiado apegado a ellas.
En poco encontrarás algo mejor y tendrás que hacerle un espacio, ya verás.
Es sensato creer eso. Pero el raciocinio, en este caso, no puede con el sentimiento. Si en un futuro me quedo sin espacio, dormiré si es posible en la calle pero no las botaré.
Moisés AZAÑA ORTEGA
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