-ya que el hombre no puede ser su propio Dios,
tiene la necesidad de creárselo-
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AZAÑA ORTEGA
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LA PALABRA DESNUDA
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Cepillando la caries social
El sarro ebulliciona y salpica su pútrido germen a los estómagos mentales que cada día se vuelven menos conscientes, más indiferentes con lo que sucede en el derredor humano. Ante esto la palabra es un buen cepillo, solo hay que saberlo utilizar.
3 comentarios:
Soy tan bruto que ni eso puedo
Acertado.
Tehnemos tantos vacios que nuestra imaginacion tiene que trabajar creando cosas como tal.
A
Anónimo: Mejor.
Caro: ¡Los vacíos! Llenemos nuestros vacíos con otras cosas, pero qué difícil y más aún si desde muy pequeño nos imponen toda clase de creencias.
Azaña Ortega
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