El sarro ebulliciona y salpica su pútrido germen a los estómagos mentales que cada día se vuelven menos conscientes, más indiferentes con lo que sucede en el derredor humano. Ante esto la palabra es un buen cepillo, solo hay que saberlo utilizar.
Creo que el tiempo no varía, nosotros variamos, y esa variación constituye cierta óptica de sociedad y de humano a lo cual encerramos con las características más resaltantes en épocas, en tiempos, y entonces creemos que ha cambiado cuando en sí, el resultado del cambio es el ser doméstico al que nominamos hombre.
5 comentarios:
pero al final terminan siendo la misma vaina.
Si, siempre terminan siendo lo que una vez fueron, el mundo ser ciclico, y el tiempo no escapa de ello.
Creo que el tiempo no varía, nosotros variamos, y esa variación constituye cierta óptica de sociedad y de humano a lo cual encerramos con las características más resaltantes en épocas, en tiempos, y entonces creemos que ha cambiado cuando en sí, el resultado del cambio es el ser doméstico al que nominamos hombre.
Moisés Azaña Ortega
Eso tiene mucho sentido.
Me gustó esa perspectiva.
Saludos señor Moisés =).
Gracias señora Gabriela, la nunca viuda del amor.
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