Ya no soy yo; este oído, este tacto, este olfato, este paladar… no me pertenecen. Soy una mala imitación de lo que no quise ser, una vida que trata de ser persona, conciencia que invade en los territorios de lo humano: se compadece, se alegra, se enoja, se entristece para cumplir con los requisitos establecidos de vivir: no hay vida sin sufrimiento, sin moralejas, sin paradojas, sin amores, no hay; sin embargo, esta imitación no encuentra el ingenio que logre humanizarme, que vuelva a lo que un día dejé de ser. No; soy algo más que carne y esqueleto, más que barba y labios, más que manos y pestañas: un proceso, materia que se transforma, materia con lengua y dedos con agua y sed, con días, electricidad, párrafos… Soy una novela sin título.
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Por sugerencia de Mel he cambiado Yo: novela sin título, por el título primigenio.
Moisés Azaña
10 comentarios:
no sé si yo también pero ser una novela. Sería una de terror.
Si todos vivieran mi vida, no habría necesidad de las novelas.
si pues claro,...cuando Mel dice algo, hay q obedecer xP hahahaha
Gracias por hacerme caso ^^
>>Yo<<
Jajaja... Qué imperativa resultó usted. Pero ya ve, le hice caso. Espero también me haga caso. Carpe diem.
la palabra "amo" me recuerda un poema de allen ginsberg
Al parecer te has equivocado de entrada, señorita Rosa Elisa. Pero voy a colocar algo del poema de Allen Ginsberg «Por favor amo»: por favor amo puedo tocar su mejilla
por favor amo puedo arrodillarme a sus pies
por favor amo puedo aflojar sus pantalones azules
por favor amo puedo mirar su vientre de vello dorado
por favor amo puedo bajar suavemente sus calzoncillos...
Chévere Rosa Elisa por recordarnos el poema.
ay chu'soy tan despistada
También suelo ser despistado aunque ello me ha traído más de un problema.
Todo se transforma ¿acaso en una imitación? ¿acaso no soy único, original? ¿qué fui antes de imitarme a mí mismo?
¿Qué somos hoy? Acaso es mayor enigma que la misma muerte.
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