El sarro ebulliciona y salpica su pútrido germen a los estómagos mentales que cada día se vuelven menos conscientes, más indiferentes con lo que sucede en el derredor humano. Ante esto la palabra es un buen cepillo, solo hay que saberlo utilizar.
¡jaula! Una concepción dadaísta de las palabras, la jaula de letras que nos obliga a quedarnos en ella. A veces creo que la música es un poco más cercana al arte perfecto.
7 comentarios:
A veces las palabras no ser suficiente para describir lo que sentimos...
¡jaula! Una concepción dadaísta de las palabras, la jaula de letras que nos obliga a quedarnos en ella. A veces creo que la música es un poco más cercana al arte perfecto.
"Nunca dejamos de chocarnos contra las rejas de nuestra propia jaula" (Wittgestein)
Muchas veces...
eso siempre me pasa =/
MelO
Deberias ir a la casa wiese, hay un corto muy bueno del hombre que destruye para hacerse hombre.
Caperucita Rota
Caperucita Roja, nunca pusiste hora ni fecha.
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